Ejercicio físico y disfunción eréctil

disfuncion-erectil-impotencia-sexual-masculinaLa disfunción eréctil es un trastorno de etiología diversa que afecta a millones de hombres en todo el mundo. En su vertiente fisiológica su etiopatogenia podemos relacionarla a un “proceso fisiológico” asociado al envejecimiento biológico. Existe un cuerpo de evidencia científica que sugiere que la actividad física y el ejercicio pueden mejorar la función eréctil. Recientemente se han publicado los resultados de un meta-análisis (Silva y col, 2016; Br J Sports Med 5-oct) cuyo objetivo fue evaluar los efectos de diferentes modalidades de ejercicio sobre la función y disfunción eréctil. Los estudios valorados fueron publicados entre 1990 y julio de 2016, incluyendo solo a pacientes con disfunción eréctil. Finalmente 7 estudios fueron seleccionados con un total de 478 pacientes, con seguimientos de entre 8 semanas a 2 años. Los resultados del meta-análisis mostraron que las intervenciones con ejercicio mejoraron la disfunción eréctil de los pacientes, particularmente al realizar ejercicio aeróbico de moderada a alta intensidad.

Los resultados de este estudio, que podían intuirse por cuanto está demostrada la eficacia del ejercicio en la función vascular del organismo, seguramente puedan extrapolarse al aspecto preventivo de la disfunción eréctil. La dicotomía “envejecimiento biológico vs cronológico”, probablemente tenga en este contexto un amplio campo de expresión, y es que las adaptaciones neurohormonales asociadas al ejercicio ejercen un fuerte freno a las consecuencias del envejecimiento cronológico, que en este caso pueden manifestarse con una mejor función vascular.

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