Ejercicio de alta intensidad en diabéticos tipo 1

El entrenamiento de alta intensidad está siendo aplicado no solo en personas sanas que buscan prevenir enfermedades y mejorar su condición física y/o composición corporal, sino también en personas con diferentes patologías. Este último grupo ha de estar suficientemente controlado y siempre médicamente supervisado para evitar respuestas adversas de esa modalidad de entrenamiento. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Gawrecki y col, 2017; Int J Sports Med 2-mar) cuyo objetivo fue evaluar el impacto del ejercicio de alta intensidad sobre los niveles de glucosa y el riesgo de descompensación metabólica en hombres con diabetes tipo 1 (T1D), dependiendo del método de administración de la insulina. Los pacientes que participaron tenían una historia diabética de 10,3±5,1 años y estaban tratados con infusión continua subcutánea de insulina (CSII) o con inyecciones múltiples diarias (MDI). Se realizó un test de ejercicio en tapiz rodante hasta el agotamiento en dos ocasiones. Todos los pacientes alcanzaron ≥85% de la frecuencia cardiaca máxima. La distancia recorrida durante el test fue de 4500±1400 m y 4473±1559 m en MDI y CSII, respectivamente, en un tiempo aproximado de 31±8 min. Durante el test y en las 6 h posteriores a la finalización del mismo, no ocurrieron episodios de hipoglucemia. Los niveles de glucemia no excedieron de 10 mmol/L en la mayoría de los pacientes. El riesgo de alcanzar puntos críticos (hipoglucemia <8 mmol/L; hiperglucemia>16,6 mmol/L; cetonas>0,6 mmol/L; lactato>2,2 mmol/L) fue mayor en pacientes tratados con MDI. Los autores concluyen que el ejercicio de alta intensidad aplicado en pacientes diabéticos tipo 1 de manera controlada es seguro. La pauta de administración continua de insulina parece mostrar ventajas metabólicas frente a la administración múltiple durante y después de un ejercicio de alta intensidad.

La aplicación de diferentes modalidades de entrenamiento en pacientes con patologías crónicas médicamente controladas ha de hacerse siempre bajo el entorno de la seguridad del paciente. No se trata de entrenar “a la baja” o “en modo defensivo”, sino de tener seguridad en lo que se hace, algo que será más complicado si no se trabaja en equipo. La dirección médica en la programación de los entrenamientos, especialmente al inicio de los programas, es deseable tanto para Graduados en Ciencias del Deporte, como para Fisioterapeutas. Solo así cada profesional podría centrarse en realizar su trabajo de la manera más eficaz, creativa y segura para los pacientes. No sé cuántas veces he escrito cosas como esta, no sé cómo no me canso de intentarlo, porque cuando observo la realidad del día a día lo que veo es que cada uno hace la guerra por su cuenta.

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