Efectos de la recuperación activa en HIIT sobre catecolaminas e insulina

La recuperación activa, especialmente después de ejercicios con alto componente glucolítico, se utiliza para acelerar la recuperación. De esta forma, mejora el rendimiento de ejercicios subsecuentes, siendo por tanto recomendada durante las sesiones de entrenamientos interválicos de alta intensidad. Por otra parte, no se conoce en profundidad los efectos de la recuperación activa sobre las respuestas hormonales y el perfil metabólico. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Nalbandian y col, 2017; J Sports Med Phys Fitness 9-may) cuyo objetivo fue investigar los efectos de la recuperación activa sobre las concentraciones de catecolaminas e insulina plasmáticas durante una sesión de ejercicio interválico de alta intensidad. Participaron 7 sujetos que realizaron 2 protocolos de ejercicio interválico de alta intensidad que consistió en 3 x 30 s de alta intensidad constante separados por 4 min de recuperación. La recuperación fue activa o pasiva. Durante las sesiones se monitorizó a los sujetos con análisis de gases respiratorios, así como tomas de muestras de sangre para analizar lactato, catecolaminas e insulina. Los resultados mostraron que los niveles de insulina y lactato fueron significativamente más altos en los protocolos con recuperación pasiva, mientras que la adrenalina fue mayor con recuperación activa. Además, VO2 y VCO2 fueron más altos con recuperación activa. Los resultados sugieren que la recuperación activa afecta a las respuestas hormonales y metabólicas después de un ejercicio interválico de alta intensidad. La recuperación activa se asoció a un ambiente hormonal que puede favorecer la lipolisis y el metabolismo oxidativo, mientras que la recuperación pasiva parece favorecer la glucólisis.

Uno de los objetivos más extendidos del entrenamiento interválico de alta intensidad, especialmente el de perfil aeróbico, es el descenso de grasa corporal. Aquí las variantes en cuanto a los protocolos supuestamente más eficaces son infinitas, pero las diferencias reales en cuanto a la eficacia son mínimas. En mi opinión, en el entrenamiento interválico de alta intensidad (como en todas las facetas del entrenamiento) hay un patrón fisiológico ideal de aplicación que se debe ir adaptando a cada persona. De esta manera, una persona obesa o con un sobrepeso importante puede y probablemente deba hacer entrenamientos interválicos de alta intensidad, aunque lógicamente adaptados a su capacidad funcional, limitaciones físicas, etc. Lo mismo ocurre cuando se aplica este modelo de entrenamiento en pacientes, se debe adaptar a las particularidades de los mismos. El resultado final es que sin perder el “concepto ó patrón de HIIT”, este se adapta a cada situación alejándose necesariamente del patrón genuino o “puro” de una sesión de entrenamiento deportivo de HIIT.

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