La economía de carrera (RE) se define como el coste fisiológico para cubrir una distancia determinada a una velocidad submáxima. Los corredores con una mejor RE pueden mantener velocidades más altas con el mismo coste metabólico, lo que es crucial en eventos de larga distancia donde pequeñas diferencias en el coste energético pueden traducirse en notables diferencias en el rendimiento. Sin embargo, se sabe que la RE tiende a deteriorarse durante la carrera prolongada debido a factores como el aumento de la activación neuromuscular y el daño muscular.
El concepto de “durabilidad” o “resiliencia fisiológica” se refiere a la capacidad de un atleta para mantener los determinantes del rendimiento (RE, V̇O₂max y umbrales metabólicos) tras un ejercicio prolongado. Aunque la durabilidad parece ser un factor independiente para el rendimiento, se sabe poco sobre sus fundamentos fisiológicos. Algunas investigaciones sugieren que años acumulados de entrenamiento de resistencia, así como el entrenamiento de fuerza (EF) a medio plazo, podrían mejorar esta durabilidad.
El entrenamiento de fuerza mejora la fuerza máxima muscular y la rigidez del tendón, lo que podría reducir la activación neuromuscular relativa y mejorar la eficiencia del ciclo de estiramiento-acortamiento de los músculos. Estas adaptaciones podrían ayudar a retrasar la fatiga neuromuscular y conservar el glucógeno muscular durante la carrera prolongada, especialmente al retrasar la activación de las fibras musculares tipo II menos eficientes.
Pese a la abundancia de estudios sobre los efectos del entrenamiento de fuerza en la RE en estado no fatigado, pocos han explorado su impacto en la durabilidad de la RE. Solo un estudio previo, realizado en duatletas femeninas, no encontró cambios en la RE después de 11 semanas de entrenamiento de fuerza, lo que deja abierta la pregunta sobre los beneficios potenciales en corredores masculinos. El presente estudio busca llenar este vacío, evaluando la RE durante 90 minutos de carrera en el dominio de alta intensidad y el rendimiento posterior en un test de tiempo hasta el agotamiento (TTE).
Los resultados del estudio mostraron que el entrenamiento de fuerza mejoró la “durabilidad” de la RE, reduciendo la disminución de la eficiencia durante los últimos 30 minutos de una carrera prolongada. El grupo que combinó entrenamiento de resistencia con entrenamiento de fuerza (E+S) mostró una mejora significativa en la duración del test de TTE tras los 90 minutos de carrera, con un incremento del 35% en comparación con ningún cambio en el grupo que solo realizó entrenamiento de resistencia (E).
La durabilidad de la RE podría ser un factor diferenciador entre corredores de alto y bajo rendimiento. El estudio demostró que el entrenamiento de fuerza redujo la deriva de la RE al final de la carrera del 4,7% al 2,1%, mientras que el grupo de solo resistencia no mostró cambios. Estos hallazgos son consistentes con estudios previos en ciclistas, donde el entrenamiento de fuerza también mejoró la eficiencia metabólica tras ejercicios prolongados.
Las mejoras en la durabilidad de la RE podrían deberse a adaptaciones fisiológicas específicas. Se ha propuesto que el entrenamiento de fuerza induce un cambio de fibras musculares tipo IIx a tipo IIa, más eficientes desde el punto de vista metabólico. Dado que las fibras tipo IIa son menos costosas energéticamente que las tipo IIx, este cambio podría ser especialmente relevante durante las etapas finales de un esfuerzo prolongado, cuando las fibras tipo I están agotadas. Otra hipótesis sugiere que el entrenamiento de fuerza podría atenuar el aumento de la activación neuromuscular durante el ejercicio prolongado, limitando la participación de las fibras tipo II menos eficientes.
El estudio también encontró una disminución en la percepción del esfuerzo (RPE) al final de la carrera en el grupo E+S, lo que podría explicarse por una mejor RE y una mayor disponibilidad de energía. Esto es consistente con otros estudios que mostraron una reducción en el RPE tras entrenamiento de fuerza en ciclistas y esquiadores de fondo.
En cuanto al rendimiento en TTE, esta investigación es pionera al mostrar que el entrenamiento de fuerza puede mejorar la duración de un esfuerzo de alta intensidad después de un ejercicio prolongado en el dominio de alta intensidad. Esta mejora es relevante para competiciones de larga distancia, donde la capacidad de mantener un esfuerzo intenso al final de la carrera puede determinar las posiciones finales y el éxito en la competición.
A diferencia de estudios anteriores, el presente trabajo no mostró cambios en la RE en estado no fatigado (10 y 12 km/h o tras 15 minutos de carrera), lo cual contrasta con estudios que suelen encontrar mejoras del 3-8% tras programas de entrenamiento de fuerza. Sin embargo, esta falta de cambio en el estado no fatigado o inicial del ejercicio no resta valor a la mejora observada en la durabilidad de la RE, que es el principal objetivo del estudio.
El aumento en las medidas de fuerza y potencia, con incrementos del 7 al 22% en el grupo E+S, indica que las mejoras podrían estar relacionadas principalmente con adaptaciones neurológicas más que con aumentos en la masa muscular. Esto sugiere que el entrenamiento de fuerza podría mejorar la eficiencia del sistema neuromuscular durante el esfuerzo prolongado sin necesidad de cambios significativos en la composición corporal.
En conclusión, este estudio aporta evidencia de que la inclusión del entrenamiento de fuerza en programas de entrenamiento de resistencia no solo mejora la economía de carrera en condiciones de fatiga, sino que también aumenta la capacidad de realizar esfuerzos de alta intensidad tras una carrera prolongada. Estos hallazgos son de gran relevancia para corredores de fondo y maratonistas, proporcionando una estrategia efectiva para mejorar el rendimiento en las etapas finales de una carrera. Futuras investigaciones podrían centrarse en identificar las adaptaciones fisiológicas específicas responsables de estas mejoras y evaluar si estos beneficios se extienden a poblaciones más amplias, incluidas las mujeres y los corredores menos entrenados.
Acceso libre al artículo original en: http://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2025/03/Strength-Training-Improves-Running-Economy-Durability-and-Fatigued.pdf
Referencia completa:
Zanini M, Folland JP, Wu H, Blagrove RC. Strength Training Improves Running Economy Durability and Fatigued High-Intensity Performance in Well-Trained Male Runners: A Randomized Control Trial. Med Sci Sports Exerc. 2025 Feb 28. doi: 10.1249/MSS.0000000000003685.