Dormir con bajos niveles de glucógeno

(post destacado 2016) Los niveles de glucógeno de nuestro organismo influyen no solo en el rendimiento, sino también en la regulación de otras importantes funciones, como la inmunidad. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Louis y col, 2016; Eur J Appl Physiol 4-ago) cuyo objetivo fue investigar los efectos de una periodización nutricional de 3 semanas sobre la inmunidad y el sueño de triatletas. Los voluntarios fueron divididos en 2 grupos con diferentes protocolos nutricionales durante 3 semanas en las que se desarrolló un programa de entrenamiento de resistencia aeróbica que incluyó 9 sesiones dobles con disponibilidad de glucógeno baja (SL) o mantenida (CON) durante la noche posterior al entrenamiento. Los resultados mostraron que el grupo SL mejoró el rendimiento en 10 k, no habiendo cambios en el grupo CON. No hubo cambios en número de leucocitos, cortisol plasmático, ni IL-6 en ninguno de los grupos. Los niveles de IgA salivar disminuyó solo en el grupo SL. No hubo cambios relevantes en el patrón de sueño de los grupos estudiados. Los autores sugieren que dormir y entrenar a la mañana siguiente con bajos niveles de glucógeno tuvo efectos mínimos sobre marcadores de inmunidad y patrones de sueño, mientras que el rendimiento mejoró.

El denominado “entrenamiento en ayunas”, se muestra eficaz para conseguir adaptaciones adicionales y los entrenadores deben utilizarlo en determinadas fases de entrenamiento. Como alternativa, dormir con bajos niveles de glucógeno también puede aportar adaptaciones interesantes durante la recuperación.

 

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