Los pacientes con insuficiencia cardíaca con reducida fracción de eyección (HFrEF) manifiestan una baja eficiencia, disnea y un descenso del VO2pico durante el ejercicio. En consumo de nitratos (NO3–), una fuente de óxido nítrico (NO), ha mejorado esas variables en algunos estudios realizados por personas sanas. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Coggan y col, 2017; J Card Fail 12-sep) cuyo objetivo fue determinar los efectos de la ingesta aguda de NO3– sobre las respuestas al ejercicio en ocho pacientes con HFrEF, utilizando un diseño experimental doble ciego cruzado con placebo. NO3– y nitritos (NO2–) plasmáticos y NO en respiración fueron medidos en múltiples puntos y el intercambio gaseoso respiratorio fue determinado durante el ejercicio después de ingerir un zumo de remolacha que contenía 11,2 mmol de NO3– o un placebo. Los resultados mostraron que el consumo de NO3– aumentó significativamente los niveles plasmáticos de NO3– y NO2– y el NO de la respiración. La eficiencia y la ventilación durante el ejercicio no se modificaron. Sin embargo, la ingesta de NO3– aumentó el VO2pico un 8±2%. Igualmente, el tiempo hasta la fatiga aumentó significativamente un 7±3%. Los autores sugieren que el consumo diario de nitratos mejora el VO2pico y la capacidad funcional en pacientes con insuficiencia cardiaca.
Desde hace un tiempo la suplementación con nitratos se ha abierto camino como una ayuda ergogénica que progresivamente va mostrando sus efectos. Mientras que su utilización en el ámbito del rendimiento es cada vez más extensa, su recomendación en pacientes es aún anecdótica. Es lógico que estas ayudas ergogénicas de efectos probados se retrasen en su recomendación a pacientes en aras de la seguridad, pero deberían de contemplarse en algún momento siempre bajo la recomendación médica. El caso de los nitratos es muy llamativo, porque a pesar de los efectos contrastados sobre la mejora de la función muscular, su prescripción en el ámbito clínico es muy escasa.
