Coagulación y fibrinolisis en respuesta al ejercicio

La coagulación y la fibrinólisis constituyen dos sistemas fisiológicos fundamentales que son regulados constantemente por factores activadores e inhibidores. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Karampour y Gaeini, 2017; J Sports Med Phys Fitness 26-abr) cuyo objetivo fue valorar la respuesta de la coagulación y factores anticoagulantes después de una sesión de entrenamiento de fuerza y ejercicio interválico de alta intensidad. Participaron deportistas de elite (kárate), en los que se valoraron antes y después de las sesiones de ejercicio: cambios en el volumen plasmático, factor VIII, tiempo de protrombina, tiempo parcial de tromboplastina, número de plaquetas, volumen plaquetario medio y proteína C. Los resultados mostraron un mayor descenso del volumen plasmático y fibrinógeno después del ejercicio interválico frente al ejercicio de fuerza. Por otra parte, el aumento del factor VIII y el descenso de la proteína C fueron mayores después del entrenamiento interválico. Después de cada ejercicio, en ambos protocolos, se observó un descenso del tiempo de protrombina, tiempo parcial de tromboplastina y número de plaquetas. Los autores sugieren que el ejercicio interválico de alta intensidad se asocia a una respuesta óptima de balance entre la coagulación y la fibrinólisis.

Uno de los factores que más afecta a las respuestas de la coagulación y/o fibrinólisis al ejercicio es el nivel de activación simpático-adrenal asociado al mismo. Así, cuando el nivel de activación simpático es alto (intensidad superior al umbral láctico) las vías de la coagulación aumentan en mayor cuantía. Las personas con tendencia a la trombosis deberían cuantificar con precisión la intensidad de ejercicio desarrollada, para minimizar el riesgo de una trombosis asociada al ejercicio.

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