El entrenamiento de fuerza con cargas moderadas/altas (RT) está plenamente indicado en personas con sobrepeso y pacientes obesos. Uno de los beneficios del RT es el incremento de la tasa metabólica de reposo (RMR), que aumenta en gran manera el gasto energético diario. Lo que no se conoce bien es si el entrenamiento de fuerza con cargas bajas/moderadas puede afectar también a la RMR. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Rustaden y col, 2017; J Sports Med Phys Fitness 25-jul) cuyo objetivo fue examinar los efectos de 12 semanas de BodyPump, sobre RMR en mujeres no entrenadas con sobrepeso (BMI≥25,0), comparando los resultados con un programa de RT. Participaron 18 mujeres que fueron distribuidas en un grupo que realizó BodyPump (altas repeticiones, baja/moderada carga) o entrenamiento de fuerza con carga elevada (periodización lineal con 3-6, 8-10 y 13-15 repeticiones, 2-4 series). Ambos grupos entrenaron 3 sesiones/semana durante 12 semanas. RMR se evaluó indirectamente mediante calorimetría indirecta. Los resultados mostraron una adherencia a los programas del 62% y 93% a BodyPump y RT, respectivamente. RMR in el grupo BodyPump aumentó un 8,5%, mientras que el grupo RT lo hizo en un 10,5%, no observando diferencias significativas entre grupos. Los autores sugieren que el BodyPump y el entrenamiento de fuerza con cargas altas se asocian a un aumento similar de la RMR después de 12 semanas de entrenamiento.
Clases colectivas y entrenamientos individuales de fuerza tienen ventajas e inconvenientes, más que desde un punto de vista fisiológico (que también), especialmente desde la vertiente de la adherencia al entrenamiento. Llama la atención en este estudio la mayor adherencia de los programas individuales de fuerza vs una clase colectiva como el BodyPump. En cualquier caso, para las personas con sobrepeso y obesidad todo tipo de actividad debe ser aplaudida, y si esta se acompaña de un aumento de la tasa metabólica basal, como ocurre en el entrenamiento de fuerza, mejor. El ejercicio en los pacientes obesos o personas con sobrepeso, especialmente en los primeros, se contempla como un “freno” a los factores de riesgo metabólicos y cardiocirculatorios asociados más que como una herramienta realmente efectiva para disminuir la grasa corporal.
