Agujetas (muscle soreness) y flujo de sangre muscular

(post destacado 2017) Las agujetas (dolor muscular tardío, DOMS) se manifiestan especialmente a las 24-48 h de haber realizado una sesión de ejercicio excéntrico, pero los mecanismos que subyacen como responsables de la hipersensibilidad (hiperalgesia) no están claros. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Souza-Silva y col, 2017; Scand J Med Sci Sports 28-abr) cuyos autores hipotetizaron que el ejercicio excéntrico reduce la respuesta del flujo de sangre después de las contracciones musculares y que la provocación de oclusión vascular con manguito tendría como resultado el acúmulo de sustancias provocadoras de dolor como parte de la sensibilización del DOMS. Participaron 12 voluntarios que realizaron ejercicios de dorsiflexión de una pierna (5 series de 10 repeticiones), mientras que la pierna contralateral participó de control. La contracción máxima voluntaria (MVC) del músculo tibial anterior fue monitorizada. El flujo de sangre se valoró mediante ultrasonidos Doppler en la arteria tibial anterior (ATA) y en el tejido muscular del tibial anterior, antes e inmediatamente después de 1-s MVC, 5-s MVC y 5 min de oclusión con manguito de presión. Se evaluaron los umbrales de dolor a la presión (PPTs) sobre el músculo tibial anterior. Todas las medidas se efectuaron de manera bilateral en el día 0 (pre-ejercicio), y días 2 y 6, post-ejercicio. Los resultados mostraron que el ejercicio excéntrico aumentó la percepción de dolor en el día 1 y 2 post-ejercicio. Por otra parte, se observó en comparación con el día 0, un descenso del PPT (~25%), MVC (~22%), diámetro ATA (~8%), relación de ATA post-contracción/oclusión con manguito (~16%) y flujo de sangre intramuscular pico (~23%), en la pierna con DOMS en el día 2. En la pierna control no se observaron cambios. Los autores concluyen sugiriendo que las contracciones excéntricas reducen el diámetro de los vasos, afectan la respuesta del flujo sanguíneo y promueven hiperalgesia. Así, los resultados sugieren que la reducción del flujo sanguíneo puede estar implicado de manera relevante en el aumento del dolor después de ejercicios excéntricos.

El dolor muscular tardío asociado a ejercicios con alto componente excéntrico ha sido padecido por todas las personas que realizan ejercicio físico. Hace muchos años se vinculaba al acúmulo de ácido láctico, incluso a la “cristalización” del mismo, y se recomendaba la ingesta de azúcar para su prevención y/o tratamiento. Una vez que se pudo comprobar que las micro-rupturas musculares eran la base fisiopatológica de las DOMS, la recomendación de ejercicio basado en contracciones concéntricas de baja intensidad implicando los mismos grupos musculares se extendió como la mejor manera de resolver la situación. El aporte del articulo comentado hoy ratifica este aspecto, al tiempo que aclara un poco más las causas del dolor tardío asociado a esa modalidad de ejercicio.

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